El catfish ocurre cuando una persona crea una identidad falsa en redes sociales o aplicaciones de citas (como Tinder) para engañar emocionalmente a otra con la intención de obtener dinero, regalos u otros beneficios.
Un ejemplo muy conocido fue el del “estafador de Tinder” (Tinder Swindler), donde un hombre fingía ser un millonario que vivía una vida de lujos. Mostraba fotos en jets privados, hoteles cinco estrellas y cenas exclusivas, y así lograba enamorar a mujeres haciéndose pasar por alguien de confianza.
Después de semanas o meses de conversaciones intensas, hacía que sus víctimas creyeran que estaban en una relación real. Luego, comenzaba la estafa: inventaba una situación de emergencia (que estaba en peligro, que le habían bloqueado sus cuentas, que necesitaba ayuda urgente) y les pedía dinero con la promesa de devolverlo pronto. Algunas víctimas llegaron a endeudarse seriamente creyendo que estaban ayudando a su pareja.
Estas estafas son especialmente peligrosas porque se aprovechan del cariño y la confianza.
Si quieres conocer más de la historia del estafador de tinder y aprender cómo operaba, ¡te recomendamos ver la película!

💡 Consejo: Si alguien que conoces solo por internet te pide dinero, aunque parezca encantador o muy convincente, es muy probable que se trate de una estafa. No compartas tus datos financieros ni envíes dinero a personas que no conoces en la vida real. Si dudas, habla con alguien de confianza.